POBLACIÓN A LA QUE VA DIRIGIDO EL CDD

El dispositivo está diseñado para recibir personas de ambos sexos, que por la expresión particular de su problemática, necesiten un tratamiento ambulatorio de complejidad cuando la opción ambulatoria clásica (de psicoterapia y control psiquiátrico) resulta insuficiente. Será necesario que cuenten con un entorno suficiente en lo vincular, capaz de sostener las condiciones del paciente en el tiempo que no concurre al CDD, así como un grado de estabilización que le permita beneficiarse con la intervención de las áreas del tratamiento.

Es decir, que podrán ingresar como primera opción y siempre en la dirección de evitar las internaciones.

Asimismo podrán ingresar los pacientes con aquel perfil, provenientes de una internación concluida o abandonada: a quienes les sea necesario mantener un marco terapéutico institucional viviendo en su medio y sustituyendo la internación por una opción ambulatoria.

También podrán ser derivados al CDD pacientes que presentan situaciones de obstáculo en el transcurrir de un tratamiento ambulatorio y necesiten un mayor nivel de complejidad en la atención terapéutica individual y vincular, como alternativa hasta retomar el esquema anterior.

En resumen, el CDD constituye un espacio con múltiples situaciones de entrada y destinos posteriores, como instancia primera o por derivación de otras ya instaladas que, a juicio clínico, beneficiarían el desenvolvimiento general de los pacientes y su entorno.

El CDD no contempla el ingreso de situaciones clínicas de descompensación o emergencia de salud mental como modo de presentación a la admisión. Las que pudieran surgir en el transcurso del tratamiento en el CDD serán evaluadas y tratadas por el equipo interdisciplinario, que propondrá las opciones a consentir el paciente y/o sus responsables cuando corresponda.